Las vidas de las mariposas se basan en el vuelo. Sus alas vibrantes son las partes más grandes y visibles de sus cuerpos, y pasan gran parte de su tiempo en el aire. Volar requiere mucha energía, y para obtener esta energía, las mariposas beben el néctar de las flores, que requieren el poder del vuelo para alcanzar. Incluso cuando descansan, las mariposas a menudo se preparan para el vuelo manteniendo los músculos de sus alas lo suficientemente calientes para moverse.
Todo este vuelo no es sólo para disfrutar, y las coloridas alas de las mariposas no son sólo para el espectáculo, sino que están ligadas a la reproducción de un modo u otro. Las mariposas usan los colores de sus alas para camuflarse y como advertencia a los depredadores, lo que les ayuda a mantenerse vivos el tiempo suficiente para reproducirse. También usan la forma y el color de las alas para identificar, y a veces impresionar, a un compañero.
Encontrar pareja y reproducirse son a menudo los últimos eventos en la vida de una mariposa — la mayoría viven lo suficiente para comenzar una nueva generación de mariposas. Hay algunas especies que viven el tiempo suficiente para migrar miles de millas o hibernar durante el invierno. Pero al final del viaje o al principio de la primavera, las acciones de las mariposas siguen siendo las mismas. Se aparean, las hembras ponen huevos y todos los adultos mueren. Los huevos eclosionan en orugas, que eventualmente se convierten en mariposas de vida similar.
En este artículo, veremos las vidas de las mariposas desde el momento en que dejan su crisálida y lentamente secan sus alas. Empezaremos con una mirada a la anatomía de las mariposas, incluyendo cómo encuentran comida a través de sus pies y por qué sus alas son realmente claras, no coloridas. También echaremos un vistazo a algunas de las sorprendentes fuentes de alimento para las mariposas y veremos si estos insectos fluttering están en vías de extinción.