Los enemigos naturales de las mariposas monarcas comprenden unos cuantos organismos que ponen en riesgo la supervivencia de estas especies. Entre los enemigos de las monarcas se hallan las hormigas de fuego, las larvas de encaje, las arañas, las avispas y muchas larvas de Hemipteran están entre las que se ha reportado que se alimentan de monarcas inmaduras (huevos, larvas, pupas).
Las mariposas monarcas y en general todas las mariposas son vulnerables a ser depredadas antes de la adultez por organismos conocidos como parasitoides, entre estos se encuentran, moscas y avispas que ponen sus huevos dentro de otros insectos o de sus crías, luegos estos huevos eclosionan dentro de la pupa de mariposa, convirtiéndose en parasitoides.
¿Cómo se defienden las mariposas monarcas?
Para evitar la depredación o ser devoradas por otras especies, las mariposas monarcas tienen un sistema de protección basado en la coloración de sus alas, incluyendo la coloración camuflada o manchas oculares brillantes para confundir a los depredadores.
En algunas especies la coloración brillante, sea roja, naranja o amarilla es una alerta para los depredadores porque significa peligro, es decir, que la presa puede ser venenosa. Este conjunto de colores y patrones, se denomina aposematismo.
Cuando un animal ataca, come o se encuentra con un animal de colores brillantes y es picado, mordido o envenenado, aprende a asociar estos colores de advertencia con una mala experiencia. Las monarcas tienen una defensa química que es tóxica para muchos enemigos naturales: pueden secuestrar compuestos venenosos de las algas llamadas cardenolides, o glucósidos cardíacos. Así, cuando un animal come un monarca y se enferma, aprende a evitar presas potenciales de coloración similar.
La evolución de los lepidópteros y la de los vegetales han seguido caminos paralelos debido a los fenómenos de simbiosis que existen entre ambos y los han llevado a una coevolución. Los insectos se alimentan del néctar de las flores mientras que los vegetales utilizan a las mariposas para favorecer la polinización. Esta estrecha relación llega a tal extremo que con la alteración de un ecosistema, plantas y mariposas pueden seguir la misma suerte desapareciendo una si lo hace la otra.
Depredadores o enemigos de las mariposas monarcas
La ecología define a la depredación como un tipo de interacción biológica en la que un individuo de una especie animal ?? caza a otro individuo para subsistir. Un mismo individuo puede ser depredador de algunos animales y a su vez presa de otros
Algunos de los depredadores más comunes de mariposas son las avispas, hormigas, moscas parasitarias, aves, serpientes, sapos, lagartos, libélulas, ranas, arañas e incluso monos. Estos depredadores se comen los huevos de las mariposas, las orugas y las mariposas adultas.
Muchas orugas tienen pelos que, urticantes o no, resultan molestos para los depredadores. Algunas tienen glándulas repulsivas mientras que otras advierten a sus enemigos de su mal sabor o toxicidad con colores vivos y dibujos. Estas orugas almacenan en su cuerpo el veneno de la planta de la que se alimenta protegiéndose frente a posibles enemigos, como le ocurre a la mariposa monarca.
También son numerosas las mariposas que recurren al engaño aparentando lo que no son. La mariposa búho tiene coloraciones que la confunden con el paisaje cuando vuela pero en reposo, con las alas plegadas, muestra unos dibujos que recuerdan los ojos de una rapaz nocturna.
Otras, como la morfo, tienen colores metálicos que al volar producen destellos que desconciertan a las aves y a otros depredadores. Las hay, incluso, que poseen órganos auditivos por los que emiten y reciben sonidos de alta frecuencia que les permiten reconocer los movimientos de los murciélagos, uno de sus principales enemigos.
Para evitar convertirse en el “almuerzo” de algún depredador las mariposas disponen de numerosas mecanismos que van desde sorprender o asustar, al camuflaje, los venenos, los colores amenazantes o el engaño. Todo un complejo sistema de estrategias que ha permitido a los lepidópteros vivir y evolucionar durante más de cien millones de años.
A pesar de que tanto orugas y adultos de la Monarca son tóxicos, hay algunos depredadores que pueden alimentarse de ellas. Aves como el bolsero tunero (Icterus parisorum) y el bolsero de dorso oscuro (Icterus abeillei) se alimentan específicamente de los músculos del tórax y de la grasa abdominal sin comerse la piel tóxica.
Por su parte, el picogordo tigrillo (Pheucticus melanocephalus) es menos selectivo y se come a la mariposa completa. También los ratones de campo de orejas negras (Peromyscus melanotis) que viven debajo de las colonias pueden alimentarse de mariposas Monarca muertas.
Uno de los principales parásitos de la mariposa Monarca es un protozoario (Ophryocystis elektroscirrha). Este parásito ampliamente distribuido en Norte América afecta la supervivencia de las mariposas.
Se sabe que las aves son probablemente los principales depredadores y enemigos de las mariposas, las especies adultas también tienen que lidiar con arañas, avispas, libélulas, moscas del dragón, moscas atracadoras y grillos. En climas cálidos también son atacados por mantises y muchos otros artrópodos.
Es común ver mariposas siendo comidas por las arañas que yacen en espera entre las flores, emboscando cualquier mariposa que las visite para el néctar quedando atrapadas en sus telarañas . Las mariposas más pequeñas y débiles fatalmente se enredan y quedan adheridas rápidamente en la seda para su posterior consumo. Las mariposas más grandes, sin embargo, son a menudo capaces de luchar libremente antes de ser atacadas.